Si pensás en plantas elegantes, las orquídeas encabezan la lista. Son exóticas, delicadas y llenas de personalidad. Pero antes de dejarte llevar por la primera que veas en el vivero, hay algo clave que tenés que saber: no todas las orquídeas se comportan igual.
Las hay tropicales, de montaña, amantes del sol o fanáticas de la sombra. Por eso, entender qué tipo de orquídea tenés (o querés tener) es clave para acompañar su ciclo natural y verla florecer en el momento justo.
En esta nota, Yuki de Ogata Orquídeas nos ayuda a descubrir cuál es la más indicada para cada espacio.
Interior o exterior: el gran dilema de las orquídeas
En Buenos Aires, Yuki explica que las orquídeas de interior más populares son las Phalaenopsis (también conocidas como orquídeas mariposa). Son las que mejor se adaptan a los espacios cerrados porque disfrutan de luz suave, ambientes templados y sin corrientes de aire. Florecen una vez al año, pero sus flores duran semanas y, con los cuidados adecuados, pueden hacerlo cada temporada.
También dentro del grupo de interior podemos sumar los Dendrobium phalaenopsis, que si bien tienen un porte más erguido, comparten requerimientos similares: buena luz indirecta, humedad ambiental y riego moderado.
Y después el grupo de Cymbidium, Dendrobium y muchas otras, ya las podríamos catalogar más para exterio. La experta agrega que algunas de estas orquídeas de exterior también son epífitas, y otras requieren macetas, como los Cymbidium.
Cada orquídea tiene su ritmo: algunas florecen una vez al año, otras varias veces, y todas necesitan su tiempo de descanso. Lo importante es observarlas y acompañar ese ciclo. Cuando están cómodas, te lo hacen saber con hojas firmes, raíces sanas y, eventualmente, flores espectaculares.
Mirá el video completo para aprender más sobre orquídeas
Fotos: Pinterest.
 
			








 
    	









