Pocas plantas generan tanta fascinación como el alcaucil. Cuando está en su punto justo, es un manjar; cuando lo dejamos florecer, se vuelve una obra de arte violeta; y cuando entendemos cómo crece, descubrimos que es una de las especies más nobles de la huerta.


Durante nuestra visita a Huerta Orgánica BA (@huertaorganica.ba), charlamos sobre esta planta increíble y escuchamos una definición que lo resume todo: “El alcaucil es una planta perenne, muy noble, muy rica, es un fruto precioso.”
Y no es solo poesía hortícola: es real. El alcaucil es una planta rústica, resistente, productiva y súper agradecida. Ideal para quienes recién empiezan, pero también para quienes quieren sumar algo distinto y vistoso a su huerta.
Por qué el alcaucil es tan especial
Además de ser delicioso, tiene un comportamiento que enamora a cualquier huertero. Tal como remarca xxxx en el video, “Es increíble llegar a decir ‘no me lo voy a comer, lo dejo para ver la flor y sacar la semilla’. Es divina.”
Cuando uno decide dejar un alcaucil sin cosechar, la planta regala una de las flores más increíbles del mundo vegetal: un pompón violeta-lavanda que atrae abejas, polinizadores y miradas curiosas.
Y lo mejor es su capacidad de seguir produciendo. Cada planta puede dar varias cabezas por temporada, y a medida que se establece, se vuelve más generosa. Y aunque tenga sus tiempos de descanso:
“Es una planta perenne que posiblemente en otoño se duerma pero vuelve a revivir al otro año. La experiencia que tengo es de dos años a esta planta, pero quizás puede ser más.”


Cómo cultivar alcauciles sin fallar en el intento
Aunque parezca exótica, es fácil de mantener si entendemos lo que necesita:
– Sol pleno: mínimo 6 horas por día.
– Sustrato profundo: raíces grandes = maceta grande o cantero profundo.
– Riego regular: le gusta la humedad, pero no el exceso.
– Cosecha escalonada: deja uno sin cortar para ver la flor (no te vas a arrepentir).
Temperaturas frescas favorecen la producción, pero en verano se banca el calor si tiene riego parejo.
Cómo y cuándo cosechar
El mejor momento es cuando las escamas exteriores están firmes, cerradas y aún tiernas. Si ves que las puntitas empiezan a abrirse, ya está entrando en modo flor y cambia la textura.
En huertas familiares, lo ideal es cosechar antes de que se abra, excepto uno: ese vale dejarlo para disfrutar del espectáculo.
Qué hacer con la planta después de la temporada
El alcaucil tiende a “dormir” en otoño. No está muerto: está guardando energía para la siguiente temporada.
No lo arranques.
No lo sobre-riegues.
Dejá que el ciclo natural haga su parte.
En primavera vuelve a brotar con fuerza.


Ficha botánica del alcaucil (alcachofa)
Nombre científico: Cynara scolymus
Familia: Asteraceae
Tipo de planta: perenne, de ciclo largo
Origen: región mediterránea
Altura: 1–1,5 metros aprox.
Floración: primavera-verano (si se deja florecer)
Cultivo: prefiere suelos profundos, ricos y bien drenados
Riego: regular, sin encharcar
Sol: pleno
Cosecha: cuando los capullos aún están cerrados
Particularidad: produce varios frutos por temporada y rebrota año tras año
Beneficios extra: atrae polinizadores, mejora la biodiversidad y su flor es espectacular


Fotos: Pinterest.
















