¿Alguna vez viste rosas que parecen arbolitos? Por su altura y tamaño de tallo y tronco se las llama así. Pero en realidad no lo son, y están lejos de serlo.
La realidad es que todas las plantas de esta especie se colocan en un pie de injerto para contenerlas y darles estructura. Así es como nacen “las rosas arbolito”.
¿Cómo lograr el efecto arbolito en las rosas?
“Todas las rosas se pueden injertar a una altura de 60 cm para conseguir el ‘efecto arbolito’. Se llama pie alto y lo que se hace es injertar una yema de un lado y otra del otro para lograr una planta entera, tipo arbolito”, nos cuenta la gran Connie Moreno Quintana cuando la visitamos durante la poda del rosedal de Palermo, que tuvo lugar el pasado mes de julio.
En conclusión, podemos decir que la clave para lograr este efecto tan lindo, está en que las rosas tienen que estar ubicadas a mayor altura de lo habitual.
Para eso, hay que utilizar un pie de injerto, y el injerto propiamente dicho se debe realizar a unos 60 o 70 centímetros del suelo.
Bonus track: ¿Cómo podar un rosal híbrido de té?
El híbrido de té es el clásico rosal muy vertical. En este caso, Connie nos explica cómo podar junto a un Caprice de Meilland, un ejemplar irresistible de color fucsia con un perfume increíble.
“El híbrido de té es una rosa bastante alta y hay que podarla. Lo primero que se hace es sacar todas las ramas secas, chiquitas, finitas, enfermas, y se dejan tres o cuatro tallos importantes”, explica la genia de Connie.
Tal como se puede ver en el video se dejaron cuatro, que serán los encargados de desarrollar de manera impresionante flores en la próxima floración.
“Este es un clásico en la poda del híbrido de té. Se llama poda de rejuvenecimiento y se saca lo más gordo, lo más viejo, lo más feo y, obviamente, si hay secos también. Se dejan ramas nuevas. En este caso el injerto está”, concluye la experta en rosas.
Fotos: Pinterest