Victoria Yoguel es diseñadora textil nacida en Buenos Aires y junto con otros colaboradores comenzó un proyecto llamado: «Tinta tierra» en la ciudad de Oberá, ubicada en el centro de la provincia de Misiones. En esta entrevista nos cuenta los detalles de este proyecto que hace que puedas llevar la tierra siempre con vos.
-¿Cómo surgió el proyecto de Tinta Tierra en Oberá?
–Hace cuatro años vine a vivir a Oberá, Misiones, y experimenté lo que es vivir en esta tierra, con toda su abundancia, su intensidad y su poder tintóreo. Hay muchas prácticas sociales para evitar mancharse con la tierra, para quitarla de las prendas y hasta un nombre para el blanco que deja de serlo al estar en contacto con el pigmento, que lo deja medio rosadito (encardido). Ahí ya fue una necesidad empezar a trabajar con el pigmento de la tierra colorada, ir a favor de su poder a partir del diseño.
Fui experimentando e investigando las variables de fijación del pigmento a la fibra; ya que casi no hay material bibliográfico sobre pigmentos minerales, sí hay mucho escrito sobre pigmentos vegetales y animales. Al no ser de acá también me llamó mucho la atención la cantidad de podas que se juntan en las veredas de la ciudad y en los parques; como la vegetación avanza muy rápido, hay mucha necesidad de poda. Esas hojas enormes de palmeras, costillas de adán, banano, me encantan… Siempre trabajé en diseño sustentable desde los materiales y procesos, así que también decidí incorporar las hojas al proyecto, usando su forma para generar estampados con tinta de tierra y otra de yerba mate. Son muy representativas de acá, y me pareció como un homenaje. Tuve que sacarlas, plasmar su armonía en un textil, y luego compostarlas. Busco valorizar recursos naturales de la región, por eso también uso bases textiles de puro algodón chaqueño de una cooperativa de Resistencia. Busco trabajar con el paisaje misionero.
-¿En qué se basa el proceso de tintas y estampados?
–Las tintas son a base de agua, no generan residuos contaminantes, por lo que se pueden utilizar aguas de arroyos limpios para el enjuague de las telas. Por el momento decidí trabajar con la tierra y la yerba mate; además de ser pigmentos muy fuertes que no requieren procesos de fijación a la fibra tan complejos. Para hacer la tinta de yerba mate uso descartes de la producción de yerba orgánica y también hojas del árbol para generar tonos más oscuros
En la cuarentena empecé a desarrollar una tinta de hojas de mango para lograr un verde más luminoso, dadas las condiciones. Lo interesante también de las tintas naturales son los perfumes, cada una con su tono. Decidí trabajar con estampado y no teñido porque los procesos son más simples y permiten generar mucha variedad de formas y texturas sin necesidad de la inmersión de las telas en baños calientes. Estas tintas se pueden usar tanto en tela -con ciertas preparaciones- como en papel. En nuestro Instagram hay un posteo con un tutorial libre para hacer tintas verdes en las casas con hojas, es muy fácil para pintar sobre papel, este mes voy a estar ofreciendo las tintas también como producto.
-¿Qué recepción tiene la gente sobre éste proyecto?
–Muy buena recepción, hay mucha necesidad en general de recuperar nuestra conexión con la naturaleza, y este proyecto es una de las tantas respuestas. En Misiones genera una sensación de sorpresa, en lugares como éste al haber tanta tierra la ropa se mancha, y es paradójico en algún punto que éste proyecto se base en usar la tierra para realizar estampas, por eso les es extraño que con lo mismo que se manchan es lo mismo que utilizamos nosotros para hacer las tintas. Lo interesante es que está viendo desde otro punto de vista, abriendo la opción de valorar su color. Muchos misioneros no pueden creer que sea solo con tierra y que no salga! Por suerte hay interés, también se ganaron premios que ayudan a seguir construyendo de forma independiente. Participé en la fiesta del inmigrante que es muy clásica en Oberá, son 17 colectividades y hace dos ediciones que las reinas pasan con prendas de Tinta Tierra. Es muy importante para mi haber llegado a esos lugares que son tradicionales y que tienen una gran valoración por la tierra.
-¿Qué pensás que debería cambiar en la mente del ser humano para ser más consciente de la importancia de nuestra tierra?
–Yo siento que estamos en un proceso de transformación muy profundo, de reconectar con la tierra, con nuestro origen y tener una consciencia más amplia de nuestra existencia. Pero pienso que es un proceso, que está iniciado pero requiere del paso de varias generaciones para que el cambio de mentalidad sea más visible en nuestra relación con el medio ambiente. Siempre me pareció una locura la forma de producción industrial, cómo se construyó esta forma de producir tan violenta con la tierra, a la fuerza! Está emergiendo otro modelo.