El jardín en invierno no tiene por qué ser una época de reposo, colores oscuros y melancolía. Algunas plantas alcanzan su máximo esplendor en esta estación y nos regalan sus más hermosas flores.
Es el caso de la flor de San Juan, la planta trepadora que puede resultar un comodín perfecto para cubrir paredes, rejas, columnas, cercos y pérgolas.
Flor de San Juan (Pyrostegia venusta)
El nombre científico de esta planta es Pyrostegia venusta y es nativa de Brasil. Esta trepadora puede alcanzar hasta 10 m de altura en poco tiempo, ya que es considerada una especie de rápido crecimiento (necesita una estructura para trepar).
Sus flores se utilizan en la festividad de San Juan (24 de junio) y de allí deriva su nombre vulgar.
Su máximo atractivo son las flores de color naranja y forma de trompeta que se abren en pleno invierno (desde julio hasta octubre) desafiando el termómetro y atrayendo picaflores.
FICHA BOTÁNICA
Familia: Bignoniaceae.
Nombre científico: Pyrostegia venusta.
Nombres comunes: Flor de San Juan, bingonia de invierno.
Altura: hasta 10 m de altura
Luz: prospera a pleno sol o media sombra.
Temperatura: a pesar de que es resistente y sobrevive al frío, es sensible a las heladas muy fuertes. Prospera en los jardines urbanos de las ciudades del centro y norte de nuestro país.
Riego: regular pero moderado, no tolera el exceso de agua.
Sustrato: fértil y con un buen drenaje.
Poda: se recomienda realizar una poda post floración para que produzca más ramas y flores, pero también para controlar su crecimiento ya que puede llegar a ser algo invasiva.
Reproducción: se multiplica por estacas.
Fotos: Pinterest