Si alguna vez pensaste que a tu jardín le falta “movimiento”, la respuesta puede estar en lo más simple: elegir especies nativas. Las flores nativas no solo se adaptan mejor al clima y requieren menos cuidados, también son un imán natural para mariposas y abejas.
Con ellas, tu jardín deja de ser un espacio estático y se convierte en un verdadero ecosistema. Y lo mejor: no hace falta ser un experto ni gastar fortunas para sumarlas, porque estas plantas están hechas para prosperar en nuestro suelo.
Top de nativas para sumar ahora
1. Sen del campo (Senna corymbosa)
Un arbusto autóctono que en primavera se cubre de flores amarillas vibrantes, casi como pequeños soles. Es rústico, crece rápido y resiste muy bien a la intemperie. Además, es una de las favoritas de las mariposas, que encuentran en sus flores un banquete de néctar. Perfecto para bordes de jardines o como ejemplar aislado.
2. Salvia guaranítica (Salvia guaranitica)
Una joya azul profundo que se roba todas las miradas. Florece por meses y es irresistible para abejas, mariposas y hasta colibríes. Su crecimiento es vigoroso, así que conviene darle espacio o usarla en canteros amplios. Es una especie muy noble: tolera pleno sol, media sombra y suelos variados.
3. Pata de vaca (Bauhinia forficata)
Un árbol pequeño (no suele superar los 8 m) ideal para veredas o jardines medianos. Sus flores blancas o lilas perfuman el aire y atraen abejas y mariposas. Además, es caducifolio: en invierno pierde las hojas y deja pasar la luz, algo muy práctico si tenés otras plantas debajo.
4. Verbena bonariensis (Verbena bonariensis)
Alta, ligera y elegante, llena de flores violetas en forma de racimos. Lo lindo es que se mueve con el viento, aportando un aire silvestre. Crece rápido, florece casi todo el verano y es uno de los grandes imanes de mariposas en los jardines urbanos. Ideal para mezclar en macizos con gramíneas.
Cómo cuidarlas
Lo más lindo de las nativas es que piden poco. La mayoría prefiere pleno sol, suelos bien drenados y riegos moderados. Como están adaptadas, no necesitan fertilizantes intensivos ni pesticidas: ellas mismas resisten mejor a plagas y enfermedades. Consejo: plantalas en grupos. Cuando están juntas, no solo se ven espectaculares, también atraen más polinizadores.
Por qué elegirlas
Sumar nativas a tu jardín es plantar belleza con conciencia. Mejoran la biodiversidad, ayudan a sostener poblaciones de abejas y mariposas -fundamentales para la polinización- y son parte de nuestra identidad natural. Apostar por ellas es un acto doble: embellecés tu espacio y, al mismo tiempo, cuidás el equilibrio ecológico.
Fotos: Pinterest.