No importa si hace frío o calor: siempre es agradable reunirnos en familia o con amigos alrededor del fuego. Por esta razón, crear un espacio de fogón en el jardín se volvió tendencia y cada vez son más las personas y referentes que se animan a incorporarlo.
En invierno, estos elementos se vuelven la estrella absoluta de los espacios al aire libre, y hasta balcones y terrazas le hacen un lugar.
Uno de los modelos más elegidos, son los fogoneros de bioetanol. Esto se debe a su elevado poder decorativo pero también a sus cualidades de respeto al medio ambiente.
En el mercado actual podés encontrar un montón de variedades (para todos los gustos y presupuestos).
Navegando por plataformas de compra-venta podés encontrar fogoneros de bioetanol con patas de hierro, otros con una base cementicia bien robusta, algunos con un vidrio fino alrededor, y otros en versión mini para utilizar como centro de mesa.
Qué es el bioetanol, el combustible que utilizan estos fogoneros
El bioetanol, también conocido como bioalcohol, es un combustible vegetal compuesto principalmente por cereales, remolacha, caña de azúcar, sorgo e incluso hasta patata.
Actualmente, es uno de los biocarburantes que más se utiliza en el mundo y se obtiene gracias a un proceso de fermentación industrial que transforma el azúcar o el almidón de los vegetales en alcohol bruto que se destila y deshidrata para obtener el bioetanol.
También puede obtenerse de biomasa de celulosa como son la madera o residuos agrícolas.
Cómo funciona un fogonero de bioetanol
Los quemadores de bioetanol disponen de un depósito en el que se echa el biocombustible. Al quemarse, el bioetanol emite una gran cantidad de calor (dependiendo el tamaño, claro).
Es muy habitual utilizar estos fogoneros como complemento de los sistemas de calefacción tradicionales para exteriores.
¿Son seguros los fogoneros de bioetanol?
Pueden resultar peligrosos, siempre y cuando no se usen de manera correcta. Pero lo mismo puede pasar con un fogonero tradicional.
Para un buen uso del fogonero de bioetanol, te contamos cuáles son algunos de los problemas más comunes con los que te podés encontrar (y que tenés que evitar):
- Derrame de bioetanol: llenar el quemador con bioetanol es potencialmente peligroso. Durante el proceso de llenado, se puede producir un derrame, lo que puede provocar que el combustible prenda repentinamente. Para evitarlo, no se recomienda hacerlo de forma manual. Es mejor llenar el quemador con un tubo que una el quemador con el bidón de combustible, y bombee el líquido hacia el interior. En caso de derramar combustible fuera del quemador al cargarlo, hay que esperar unos minutos antes de encenderlo.
- Llenar demasiado: el tanque puede quedar sobrecargado, resultando peligroso. Hay que tener cuidado.
En cualquiera de los casos, SIEMPRE hay que seguir al pie de la letra las instrucciones y consejos del fabricante, ya que no todos los fogoneros son iguales.
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