Tener una huerta en casa es un placer todo el año. Y el invierno no tiene por qué ser la excepción. Cuidarla en esta época requiere algunos ajustes, sí, pero con esta guía práctica vas a poder seguir cosechando y disfrutando de tus cultivos sin problemas. ¿Manos a la tierra?


Elegí cultivos resistentes al frío
Primero lo primero: en invierno, la clave es plantar especies que toleren bajas temperaturas. Algunas opciones ideales:
- Acelga
- Espinaca
- Lechuga mantecosa
- Rúcula
- Cebolla de verdeo
- Habas
- Rabanitos
- Zanahorias
- Aromáticas
Estas opciones no solo resisten bien, también tienen ciclos de crecimiento más lentos, lo que se adapta perfecto al ritmo invernal.
Protegé tu huerta del frío extremo
Una de las claves para cuidar tu huerta en invierno es protegerla de las heladas. ¿Cómo?
- Usá cobertores de tela antiheladas por las noches.
- Si tenés macetas, acercalas a paredes soleadas.
- Creá mini invernaderos con botellas de plástico o estructuras caseras.
Menos riego, más control
En invierno el sustrato tarda más en secarse, así que regar menos es fundamental. Tocá la tierra antes de hacerlo: si está húmeda, esperá. Siempre regá al mediodía para evitar que la humedad se congele durante la noche.
Cuidar tu huerta en invierno también es observar
Chequeá tus plantas con frecuencia: si las hojas cambian de color, si hay signos de hongos o si alguna planta se estancó. La observación es tu mejor herramienta para actuar a tiempo.
Sumá compost o abono orgánico
En invierno, los suelos necesitan más nutrientes para compensar la baja actividad microbiana. Un puñado de compost o humus de lombriz cada 15 días va muy bien.
Con estos cuidados, tu huerta en invierno va a seguir activa, productiva y linda. Y lo mejor: vas a poder seguir cosechando verdurita fresca y orgánica, incluso con bufanda puesta.
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