Por Liudmila Pavot de BichosdeCampo.com
El recipiente mide aproximadamente 12cm de alto por 8cm de diámetro, contiene sustratos y semillas de alta calidad, y ofrece una solución sencilla y práctica para tener un jardín de plantas aromáticas y otras verduras. Una idea que durante 5 años estuvo perfeccionando el contador y artista plástico Hugo Villalba junto a sus hijos Nahuel y Patricio.
“Entre los tres quisimos dar una vuelta de tuerca a lo es que tener una huerta en la casa. Quisimos hacer un producto de buena calidad, que no ocupe espacio, que sea práctico y fácil de usar para la gente”, cuenta Nahuel Villalba en diálogo con Bichos de Campo.
El joven, que actualmente se dedica a la parte comercial dentro del emprendimiento, también contó que el disparador de tan singular idea, viajó con su padre dentro de una valija desde Venecia hasta Rosario, y fue adaptado a la realidad argentina.
“Mi viejo fue de vacaciones a Italia y compró una latita que le parecía vistosa, no sabía lo que era. Cuando llegó a casa se dio cuenta que era un kit de huerta. Entonces dijimos vamos hacerlo nosotros”, recuerda Nahuel, quien también señala que cada prueba fue totalmente de “acierto y error”.
La iniciativa de crear “tu huerta en lata” en sus primeros pasos contó con la asesoría de especialistas del INTA y algunos ingenieros agrónomos cercanos a la familia, quienes sugirieron el uso de semillas importadas y sustrato de primera calidad. Actualmente los kits están compuestos por albahaca genovesa, el perejil también italiano, y las semillas de tomate cherry son de origen tailandés.
La idea consiste en una lata, que al abrirla tiene una bolsita con semillas y el sustrato importado. Solo hay que abrir la bolsita, sembrar las semillas y regar. Al tiempo, saldrán de ahí alimentos y plantas aromáticas, que luego habrá que pasar a maceta.
Micro Giardino huerta en lata cuenta con 7 años de existencia en el mercado, y en estos momentos comercializa ocho variedades de semillas: orégano, perejil, ciboulette, albahaca, cilantro, tomillo, tomate cherry y zanahoria baby a través redes sociales dentro del territorio nacional.
¿Cuáles son los principales destinos de sus productos?
-Desde que arrancamos, al ser nuevos en el mercado y ser algo que apenas existe, tuvimos que explicar mucho de qué se trata, porque la gente no entendía qué era. Después se fue conociendo y ahora nos compran personas de todo el país. Vendemos a dietéticas, viveros, almacenes de alimentos saludables entre otros.
-Micro Giardino ha estado en conversaciones para exportar sus productos ¿Hacia dónde está prevista la futura comercialización?
– Queremos dar un salto, por eso hemos estado en la FIAR (Feria Internacional de la Alimentación) de Santa Fe y en Argentina Exporta de Buenos Aires. También estuvimos en reuniones con empresarios de Perú. Hemos hecho estudios de mercado en otros países, y la iniciativa no existe todavía en ningún lado. El interés es gigante en lugares como Panamá, Chile y Bolivia. Pero son planes que todavía se visualizan a largo plazo porque requieren de trámites muy difíciles.
-¿A qué barreras para exportar se enfrenta un emprendimiento familiar como Micro Giardino?
-Las primeras barreras que enfrentamos para exportar es que no existe una disposición arancelaria para una huerta en lata, porque no es tierra, no es semilla, no es una planta. Finalmente luego de varias averiguaciones, con la Aduana y otras instituciones competentes, nos registramos y podemos exportar como semillas, que es el elemento básico del producto. Aunque serían con distintas disposiciones para cada variedad de semillas, explica.