Clara nos recibió en abril de este año. Su voz pausada te invita a relajarte, no solo por su tono y manera de hablar, sino también por el entorno que la rodea. Acompáñanos en este recorrido por su nuevo proyecto de paisajismo, donde descubriremos y aprenderemos juntos.
Clara nos cuenta que la obra original fue realizada por el arquietcto Mario Roberto Álvarez hace más de 40 años. El club estaba en proceso de renovación, y los arquitectos Lucas Muñoz y Cat Ferrero fueron quienes le dieron este “lavado de cara”. Lograron revalorizar el lugar, manteniendo la esencia de la arquitectura original, mientras le aportaban frescura y modernidad. La idea de Clara fue acompañar el proceso de diseño de este espacio recientemente renovado.
Ella explica: “Mi intención, al armar el paisajismo, fue suavizar y acompañar estas líneas tan estructurales. La arquitectura es muy lineal y tiene una forma muy marcada, y yo quería complementarla, pero a la vez suavizarla, creando un oasis en este nuevo Club House, un lugar que la gente quiera disfrutar”.
Me intrigaba cómo se planea un proyecto de esta magnitud, y aquí estamos frente a su protagonista. En esta entrevista exclusiva con De Raíz, despejamos todas las dudas.
Clara nos relata: “Cuando abordé este proyecto, también investigué mucho. Me inspiré en Piet Oudolf”. Así nació esta gran pradera que abraza y acompaña el espacio. Desde lejos, se aprecia la pradera, y a medida que te acercas, se distinguen las manchas de cada especie. En espacios de gran escala, el uso de manchas de la misma especie es un gran acierto: uno podría pensar que todo está desordenado, pero al acercarse, se percibe un orden.
Clara también pensó en una paleta de colores en tonos lilas y pasteles que complementaran el blanco de la estructura. El blanco realza e ilumina el diseño, convirtiéndose en un gran aliado para la paisajista.
El diseño cuenta con una floración que dura 8 meses. Clara investigó a fondo sobre las especies elegidas, y contó con la valiosa colaboración del cultivador Matías Busch. “Hay una línea general en los proyectos, especialmente en espacios públicos, que busca un bajo mantenimiento y el uso de plantas resistentes a plagas. Lo ideal es evitar el uso de pesticidas y agroquímicos, y crear un hábitat que mantenga el equilibrio”, comenta Clara. Hay una época del año en la que se permite que la floración disminuya, y algunas especies se podan o reposan en espera de la primavera.
Lo más sorprendente es que esta obra se realizó en un solo día, el 22 de diciembre de 2023, en una jornada de mucho calor. El diseño, tal como lo ves, tiene apenas 4 meses.
Uno de los mayores atractivos de este diseño en otoño es la floración de las Muehlenbergias capillaris, sembradas junto a scabiosas moradas, creando un mar rosado que se convierte en el punto focal desde el bar.
El terreno, con pendiente, se manejó mediante la creación de terrazas que contienen la tierra y la plantación. Los cortes fueron realizados en lugares cuidadosamente estudiados, de acuerdo a donde se generaba el quiebre natural. Este es un proyecto donde se nota la intervención profesional. Aunque las líneas son naturales e imitan la naturaleza, la mano experta es evidente.
Entre las especies que funcionaron perfectamente se encuentran las gauras, stipas, salvias, eustachys, agapantos, Scabiosas atropurpureas, Muehlenbergias capillaris, hemerocallis, y como protagonistas arbóreos, se añadieron jacarandás.
Equipo del Proyecto
- Arquitectos: Lucas Muñoz y Cat Ferrero
- Decoración: Caia Gibrat
- Coordinación: Vala Dupont
- Paisajismo: Clara Marré de @En_raizar
- Plantas: Matías Busch
- Lugar: Benavídez, Buenos Aires