Nunca es tarde para aprender, dice el refrán. Y en De Raíz lo practicamos a menudo, de manera virtual ahora que es mucho más fácil acceder a diferentes ofertas técnicas y educativas. Por eso hoy les acercamos algunos tips de un curso que se dictó hace unos días en la comuna de Amenabar, en la provincia de Santa Fé.
El taller trató puntualmente temas de “Arbolado y poda urbana” y fue propuesto por la comuna en la que se desarrolló y el Colegio de Ingenieros Agrónomos de la 4ta circunscripción (Ciasfe4).
Para conocer cuáles fueron los conceptos y contenidos brindados, De Raíz dialogó con el Ing. Agrónomo Miguel Jové, presidente de Ciasfe4 y referente de asuntos rurales de la municipalidad de Venado Tuerto, quien principalmente destacó que la observación, el contexto del árbol, la seguridad y cortar lo menos posible, son cuestiones primordiales para quienes van a realizar la poda y mantención de los espacios urbanos.
Si bien culturalmente está muy arraigado que el árbol necesita poda, es necesario tener una planificación y ejecución. Es así que “El arbolado público tiene que convivir con la comunidad, con vecinos, personas que transitan por las calles, los servicios aéreos, como la electricidad, telefonía, etc; y subterráneos, como el agua potable, cloacas”, comentó Jové con lo que se demuestra que analizar el todo previamente a la poda es un factor importante.
Ante la pregunta ¿Por qué es importante tener árboles en los espacios públicos?, Jové destacó los beneficios: proveen el oxígeno que respiramos, atenúa las temperaturas, los vientos, captan partículas de polvo, y tienen un efecto visual muy interesante.
“Por eso diseñamos las arboledas con distintas especies en función de no generar monotonía. También pensamos en especies que según la temporada puedan aportar además de un paisaje visual agradable, menor humedad en las veredas como árboles de hojas caducas, ya que al caerse en invierno el sol penetra de mejor manera, tener veredas y calles más secas, ventaja para las vías respiratorias de las personas”.
¿Es lo mismo un lapacho, que un fresno o un crespón? Claro que no. El diseño de las ciudades no son homogéneos, hay avenidas, veredas más angostas y más anchas, barrios con veredas jardín, boulevares. Es así que hay que adecuar cada especie al lugar correcto.
“Se debe mirar el árbol en su entorno, si hay cables o no, si hay redes subterráneas, tránsito, y en función de eso cortar lo menos posible y dar absoluta seguridad para el árbol y las personas. Las especies tienen que tener una copa que puedan soportar los vientos promedio de la zona”, agregó.
“Lo ideal en estas especies es no podar como en un duraznero o peral, que si hay que generar nuevas varas para que los frutos nazcan y poder cosecharlos. Pero en estos casos hay que ser criterioso con lo que se corta para darle el volumen de copa en el lugar donde está”, aconsejó el ingeniero.
Por último Jové recordó: “Una poda incorrecta va en detrimento de la vida del árbol y en alteraciones en crecimiento del mismo. Hay que observar muy bien antes de cortar”.
Momento de poda:
Los meses de otoño e invierno son el momento ideal para realizar la poda en árboles porque en esta época se produce un descenso en el metabolismo de las plantas, y el impacto de cortar una parte de su estructura leñosa es menor.
Se puede realizar desde que caen las hojas hasta cuando se hinchan las yemas.
¿Qué tener en cuenta antes de la poda?
-No podar si llovió el día u horas anteriores.
-Hacerlo cuando el sol ya esté dando temperatura.
-Utilizar las herramientas indicadas y en perfecto estado. Limpias, desinfectadas y afiladas.