En De Raíz amamos las rosas. Por eso siempre te compartimos la mejor información: cómo se nombran, cómo elegir entre antiguas, inglesas o hibridas de té, cómo plantar los esquejes y hasta tips para lograr el ‘efecto arbolito‘.
Esta vez queremos presentarte la ficha botánica de una de las variedades que más nos gustan: la Rosa Icerberg.
Creada en Alemania en 1958 a través de injertos y pensando en la decoración de pequeños jardines, es una rosa moderna. Fue premiada con la medalla de oro a la rosa favorita del mundo en 1983, lo que la llevó al Salón de la Fama de las rosas.
Esta rosa blanca es una delicadeza. Además de ser muy vistosa y vestir de blanco patios y jardines, desprende un aroma inconfundible y exquisito. Y como si fuera poco, es una de las variedades más resistentes y fáciles de cultivar.
Para que tengas una idea se trata de una rosa de tipo floribunda trepadora, de hoja caduca pero semiperenne y su tallo es espinoso. Puede alcanzar los 1,2 metros de altura con facilidad, aunque en un clima óptimo puede superar los 2 metros. ¡Increíble!
Las flores se ubican en sus ramas largas. Son blancas y bellísimas. Tienen unos 5 cm de diámetro con sus pétalos, que varían de 20 a 40 por flor. Y su principal ventaja es que durante todo el año irán naciendo estas flores aromáticas.
Su principal uso es el ornamental y queda divina suavizando las estructuras de las pérgolas y rejas. También se usa en paredes y su flor de corte es muy popular para hacer y regalar ramos o para decorar floreros.
FICHA BOTÁNICA
Familia: Rosaceae.
Origen: creada en Alemania en 1958.
Nombre científico: Rosa Iceberg.
Nombres comunes: Rosa blanca, ‘Korbin’ (el nombre de la obtención registrada), ‘Fée des Neiges’ y ‘Schneewittchen’.
Características: rosa de tipo floribunda trepadora, de hoja caduca pero semiperenne. Su tallo es espinoso y sus flores blancas se ubican en sus ramas largas.
Tamaño: en condiciones óptimas puede alcanzar los 2 metros de altura.
Floración: las rosas floribundas van floreciendo durante todo el año siempre que el clima lo permita, claro. Y esta variedad no es la excepción ya que nos regalará flores blancas y enormes en todos los meses del año, salvo en invierno.
Luz: pleno sol, media sombra ligera. Como todos los rosales necesitan sí o sí una exposición a pleno sol, al menos durante unas 6 horas, de lo contrario su floración será poca así como también su desarrollo.
Riego: moderado y poco regular, ya que es muy resistente a la falta de agua.
Temperatura: apta para la mayoría de climas no extremos y sólo en climas húmedos hay que prestar especial atención a sus cuidados ya que pueden padecer enfermedades por la poca circulación de aire fresco.
Sustrato: con tierra fértil, pudiendo agregar turba y humus. Es fundamental que cuente con un buen drenaje.
Fertilización: si se fertiliza en invierno la floración se verá estimulada durante el resto del año.
Multiplicación: semillas, injertos y esquejes.
Plagas y enfermedades: puede sufrir de la típica mancha negra del rosal y es muy propensa al ataque de los pulgones en los pimpollos cerrados y los tallos tiernos.
Poda: requiere de una poda ligera a finales del invierno y/o comienzos de la primavera. Tiene un mejor desarrollo si no es muy intensa. También se puede podar para dar la forma deseada.
Fotos: Pinterest