El pomelo es una fruta muy beneficiosa para la salud. En jugos, tragos o ensaladas, tiene propiedades depurativas y antioxidantes que se mezclan con un sabor cítrico inconfundible.
Pero hay algo más… Además de ser un cítrico muy recomendado para sumar en nuestras dietas, también es un gran aliado para controlar los hongos que suelen aparecer en nuestras plantas, gracias a las propiedades antifúngicas que se encuentran en sus semillas.
A continuación te explicamos cómo hacer un antihongos a base de semillas de pomelo de forma fácil y rápida. Agarrá lápiz y papel ¡y tomá nota de este tip!.
Cómo hacer un antihongos natural para tus plantas con semillas de pomelo
Vas a necesitar:
- Varias semillas de pomelo
- Un mortero
- Agua destilada
- Botella con pulverizador
Procedimiento:
1. Recoletá las semillas. Cuando consumas pomelo, sacále las semillas, lavalas bien y secalas con servilletas. Podés guardarte siempre un par en algún recipiente para tenerlas siempre al alcance de la mano.
2. Molé las semillas. Colocá las semillas secas y limpias en el mortero, y triturálas bien hasta convertirlas en polvo fino. Ese polvo es el que tiene los compuestos antifúngicos que te contamos anteriormente.
3. Herví las semillas. Agregá unos 100 gr de semillas molidas en 2 litros de agua, y dejá hervirlas durante unos 30 minutos. Dejá reposar un día.
4. Colá la solución. Usando una bolsa de leche vegetal, vas a colar la solución y agregarla a una botella con pulverizador.
5. Aplicá la mezcla en tus plantas. Rociá tus plantas afectadas por hongos con la solución, asegurándote de cubrir bien las hojas y los tallos.
6. Repetí el procedimiento. Podés repetir la aplicación cada 7 o 10 días, hasta que los hongos desaparezcan.
¡IMPORTANTE! Antes de aplicar esta solución en tus plantas, te recomendamos realizar una prueba en una pequeña área para asegurarte de que no haya reacciones adversas, ya que algunas especies pueden ser sensibles a los aceites cítricos y pueden dañarse.
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