¿Alguna vez escuchaste hablar de la xerojardinería? Para que tengas una idea se trata de una de las últimas tendencias en paisajismo y diseño de jardines. Incluso cada vez está ganando más popularidad porque es una alternativa sostenible.
Consiste en la creación de espacios verdes que requieren un mínimo consumo de agua, lo que la convierte en una opción ideal para climas secos o regiones donde la escasez de agua es una preocupación creciente.
A continuación te explicamos en detalle qué es la xerojardinería, cuáles sus principales beneficios y cómo podés vos también implementarla en tu casa para ahorrar agua y mantener tu jardín impecable.
¿Qué es la xerojardinería?
La xerojardinería es un método de paisajismo que se basa en el uso de plantas autóctonas y adaptadas a condiciones de baja humedad, junto con técnicas de diseño que minimizan el uso de agua.
El término proviene de la palabra griega “xeros“, que significa seco, y su objetivo principal es crear jardines sostenibles que requieran muy poco riego.
A diferencia de los jardines tradicionales que pueden demandar grandes cantidades de agua para mantener las plantas saludables, los jardines xerófilos (así se los llama) se diseñan para aprovechar mejor el agua de lluvia, reducir la evaporación y utilizar especies que sobreviven con poca hidratación.
Las 4 máximas de la xerojardinería
1. Selección de plantas resistentes a la sequía
En un jardín xerófilo se priorizan las plantas que son naturalmente resistentes a la falta de agua. En este grupo entran suculentas, cactus, lavandas o arbustos autóctonos. Estas especies están adaptadas a crecer en suelos secos y climas áridos, lo que significa que requieren un mantenimiento mínimo.
2. Uso eficiente del agua
La xerojardinería no se trata únicamente de elegir plantas adecuadas, sino también de emplear técnicas de riego inteligente. Esto incluye la instalación de sistemas de riego por goteo que llevan el agua directamente a las raíces, reduciendo el desperdicio y la evaporación.
3. Cobertura del suelo
El uso de coberturas orgánicas como corteza, ‘chips’ o piedras ayuda a retener la humedad en el suelo y reducir la necesidad de riego. Estas cubiertas también protegen las raíces de las plantas del calor excesivo y contribuyen a mejorar la estructura del suelo con el tiempo.
4. Diseño estratégico
El diseño de un jardín xerófilo también implica agrupar las plantas según sus necesidades de agua. Colocar juntas las especies que requieren un poco más de riego en áreas donde se pueda concentrar el agua, y las más resistentes en zonas más expuestas al sol, ayuda a optimizar los recursos hídricos.
Beneficios de la xerojardinería
1. Ahorro de agua
La principal ventaja de la xerojardinería es su capacidad para reducir excesivamente el consumo de agua. Esto es especialmente beneficioso en zonas con restricciones hídricas o donde el agua es un recurso limitado.
2. Bajo mantenimiento
Al utilizar plantas adaptadas a condiciones secas, el jardín requiere menos cuidados y tiempo. No es necesario observar la frecuencia ni preocuparse por el uso excesivo de fertilizantes o pesticidas.
3. Resistencia al cambio climático
Los jardines xerófilos son más resistentes a las fluctuaciones climáticas, especialmente en épocas de sequía o temperaturas extremas.
4. Estética moderna y natural
La xerojardinería no solo es funcional, sino que también permite crear espacios con un diseño atractivo y contemporáneo, utilizando piedras, grava y plantas con formas interesantes (como las suculentas).
Fotos: Pinterest