La lluvia no se detiene y las tormentas están presentes en la ciudad de Buenos Aires y alrededores! Si bien no tenemos una solución mágica para que pare, sí podemos tratar de ver un lado positivo y aprovechar el agua de lluvia para regar nuestras plantas.
Sí, así como lees. El agua de lluvia tiene múltiples beneficios para las plantas de interior. Las ayuda a crecer más fuertes, sanas y espléndidas. Así que, ¿por qué no aprovecharla?
Podés sacarlas directamente afuera cuidando que no se encharque (esta opción se tiene que evitar si hay tormenta o vientos fuertes) o colocar un balde para ir juntando el agua.
IMPORTANTE: frente a tormentas fuertes o ráfagas de viento, NO expongas tus plantas de interior a la intemperie.
Beneficios de regar las plantas con agua de lluvia
- No tiene cloro
Muchas veces, el agua de la canilla contiene cloro o cal. Si bien lo ideal antes de regar las plagas es dejar reposar durante 24hs para que se evapore, ¿por qué no aprovechar el agua de lluvia que llega libre de todo tipo de químicos?.
Si te interesa el tema, te dejamos una nota donde hablamos en profundidad del agua de la canilla para regar las plantas: click acá.
- Contiene oxígeno
A diferencia del agua de la canilla, el agua de lluvia contiene oxígeno, un elemento esencial contra la asfixia de las raíces de las plantas.
- Tiene un pH ideal
El agua de la canilla tiene un rango de pH que oscila entre 8.5 y 10.5, lo que la hace dañina para ciertas plantas. El agua de lluvia, por el contrario, es poco ácida con un nivel de pH de 7. Si se tiene en cuenta que el pH ideal para que las plantas crezcan sanas oscila entre el 5.5 y el 6.5, está más que claro que el agua de lluvia es la mejor opción.
- Ahorro de agua
Todo vale cuando se trata de poner nuestro granito de arena para cuidar el planeta. Aprovechar el agua de lluvia par regar las plantas es una buena opción para hacerlo, ya que no estamos gastando el agua potable que sale de nuestras canillas.
- Fertiliza
La lluvia ayuda a las plantas a disolver cualquier resto de sustrato que esté en la tierra de la maceta, de modo que completa su absorción de nutrientes.
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