Si hay un árbol capaz de frenar el tránsito primaveral en Argentina, es el lapacho. Cuando florece, lo hace a lo grande: copa desnuda, racimos en rosa intenso, blanco o amarillo, y ese efecto “nube” que vuelve cualquier calle una postal.
Además de bello, es resistente, se adapta bien a distintas ciudades del país y funciona perfecto en proyectos residenciales: veredas, frentes y patios que buscan un golpe de color sin cuidados complicados.
En diseño, el lapacho luce bárbaro con arquitectura contemporánea (hormigón, madera, chapa), y también con casas clásicas: su tronco gris y la copa limpia lo hacen versátil y muy fotogénico.
Mirá este video y conocé por qué los lapachos son el mejor ejemplo del regreso de las plantas autóctonas
¿De qué “lapacho” hablamos?
En Argentina el lapacho rosado que vemos en plazas y veredas suele identificarse como Handroanthus heptaphyllus (antes Tabebuia heptaphylla) -árbol nativo del noreste del país-, famoso por florecer antes de brotar las hojas y ofrecer flores rosas a violáceas muy vistosas.
Además, el “universo lapacho” incluye lapacho amarillo y lapacho blanco, que se usan cada vez más en paisajismo por su impacto cromático y su porte amable.



FICHA BOTÁNICA (Lapacho rosado)
Familia: Bignoniaceae.
Origen: noreste de Argentina (región del Paraná–Paraguay–Uruguay) y países limítrofes de Sudamérica.
Nombre científico: Handroanthus heptaphyllus (Vell.) Mattos.
Nombres comunes: lapacho rosado (también llamado ipé rosa en la región).
Luz: pleno sol (admite media sombra en climas cálidos).
Sustrato: suelos bien drenados, tolera arcillosos, arenosos y francos; pH ácido a alcalino.
Riego: moderado una vez implantado, buena tolerancia a sequía.
Floración: fin de invierno–inicio de primavera, antes del follaje, con flores rosadas/violáceas muy vistosas.
Perfume: no es una especie especialmente perfumada; su valor es principalmente visual (floración masiva).
Altura: 8-15 m en arbolado urbano (puede superar eso en hábitat).
Propagación: principalmente por semillas (viabilidad corta; conviene sembrar frescas); también estacas/acodos e injerto en cultivares.
Uso paisajístico: árbol de vereda y acento en jardines, muy atractivo para polinizadores por la floración.
Diseño, ubicación y combos ganadores
- Veredas y frentes: pedí ejemplares con buen tutorado y copa elevada para liberar paso peatonal y visual de fachada.
- Patios y jardines urbanos: un solo lapacho como árbol-escultura crea foco y sombra liviana. Combiná debajo gramíneas (pennisetum, miscanthus) y tapizantes claras para resaltar la flor.
- Paleta que realza: bases mineral/terrosas (cemento visto, lajas, gravilla) y textiles crudos en el estar exterior. El contraste hace que la floración “estalle” aún más.
- Mantenimiento low: pleno sol, riego moderado, poda solo de formación. Es un árbol agradecido.
Bonus track: cómo elegir el mejor lapacho
Si vas al vivero, pedí plantas con fuste recto y ramas bien insertadas, verificá que el cepellón drene rápido y ubicá el ejemplar en pleno sol.
Si necesitás sombra veloz, elegí un tamaño intermedio (no demasiado pequeño) y mulchá alrededor para conservar humedad. Con eso y algo de paciencia, el “momento lapacho” está garantizado.
Fotos: Pinterest.