Si algo nos enseñó esta pandemia por Covid-19 fue la importancia de mantener los pulmones verdes de las grandes urbanizaciones en buenas condiciones. Hoy es prioritaria la creación y conservación de esos espacios. En este marco, y ante la extracción y poda de árboles de valor patrimonial en el Parque Avellaneda, durante el otoño de 2020 se creó el Grupo de Arbolado del parque, un espacio público y abierto que surgió con la intención de recomponer el paisaje del lugar. En efecto, quienes deseen sumarse al grupo para colaborar pueden hacerlo consultando al Instagram que se creó para tal fin además de difundir las acciones realizadas.
Ubicado en uno de los barrios en que se encuentra dividida la Ciudad de Buenos Aires, dentro de la Comuna 9, el Parque Avellaneda sufrió dos hechos que provocaron la creación del Grupo de Arbolado: se talaron un Ginkgo biloba y un Eucalyptus crebra, especie casi única en la ciudad. “Primero nos empezamos a reunir por Zoom para organizar esas denuncias y pedir explicaciones, y también de acá surgieron grandes proyectos para el parque que estamos concretando”, dijo a De Raíz la agrónoma y paisajista, Patricia Costantini.
“La clave era lograr la recomposición paisajística del parque. La primera etapa fue poner un jardín de polinizadores, el cual fue plantado en octubre de 2020. Se marcó la forma de una mariposa en el suelo y se plantaron polinizadores. Ahora estamos por plantar 140 árboles en el casco histórico para acompañar a los árboles que ya estaban allí, algunos de ellos de más de 120 años de edad y en estado de declinación. Por eso decimos que esto es un proyecto que abarca a todo el parque”, agregó Costantini.
Mirá la nota completa realizada a Patricia Costantini, quien nos recibió para contarnos más detalles del proyecto:
Lo que le siguió fue el la colocación de 1100 plantas nativas de 56 especies diferentes en el Parque Avellaneda. “Este proyecto se fundamenta en armar un sendero interpretativo que abarca las ecorregiones bonaerenses: el Talar, el Ceibal, el Bosque Ribereño, el Pastizal y el Humedal”, resaltó la agrónoma y paisajista.
“Y ahora viene una segunda etapa del proyecto que consiste en intervenir alambrados y toda la entrada de Bilbao del parque que abarca a 550 especies más, es decir que con esto fomentamos muchísimo la biodiversidad y hasta empezaron a aparecer montones de insectos benéficos que controlan las plagas”, resaltó Costantini.
A su vez el trabajo del Grupo de Arbolado del Parque Avellaneda se articula con el proyecto “Aulas a cielo abierto” para que, según Costantini, “los chicos puedan experimentar un laboratorio vivo dentro del propio parque: ver las plantas, los insectos y los polinizadores”.
Si algo dejó claro Costantini es que “en esto somos todos voluntarios y aportamos nuestros saberes y tiempo”. Todo se hizo con recursos propios, es decir, el grupo gestionó la adquisición de las plantas con el Cifa (Vivero de Plantas Autóctonas) y con la Agencia de Protección Ambiental (APRA) del GCBA. También se encargó de los tutores, de la protección a las bordeadoras que son un problema en los parques, y además pusieron protección para hormigas. Y la empresa Agrodrop donó un retenedor de agua, el cual fue de mucha utilidad frente a la falta de sistemas de riego. Como si fuera poco, el Grupo se reúne cada jueves para hacer tareas de mantenimiento.
En una palabra, quienes conforman el Grupo de Arbolado son los verdaderos guardianes del Parque Avellaneda, un espacio de 38 hectáreas que se gestiona en forma conjunta entre el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) y la Mesa de Trabajo y Consenso. Esta modalidad de gestión asociada implica la participación ciudadana corresponsable en la planificación y el manejo del espacio público, en base a la Ley 1153 que fue sancionada en 2003, la cual declara al Parque Avellaneda como “una unidad ambiental y de gestión contenida en el espacio público así denominado, conformada por un patrimonio natural, cultural y social que incluye los ámbitos físicos integrados por el espacio verde, los viveros, el antiguo natatorio, la Casona de los Olivera, el Polideportivo, el Tambo, el Frigorífico, la Cremería y la Casa de la Reconquista”.
En De raíz tuvimos el honor de cubrir el día en que se plantaron algunas de las especies nativas de las que habló Costantini. Nos encontramos con un jardín de polinizadores, cuyo diseño representa una mariposa y hoy día está lleno de flores e insectos que las visitan. Moviliza ver cómo jóvenes voluntarios de El grupo de Arbolado se presentan con tantas ganas de trabajar ofreciendo su tiempo y saberes.
El diseño del Parque Avellaneda fue realizado por Benito Carrasco, recordado como el iniciador en el país de los estudios sobre los espacios verdes, para quien los espacios libres tenían importancia “para la estética y especialmente para la salubridad de una población” y debían ser valorados con una una misión social. Carrasco le dio mucha importancia a esa misión y por ello construyó instalaciones deportivas en los paseos públicos en los que se organizaban competencias tanto para trabajadores como para estudiantes y hasta logró instalar huertas y tambos en los que se elaboraban productos que en parte se destinaban a las instituciones asistenciales.
De algún modo, lo que el Grupo de Arbolado busca al recrear las ecorregiones bonaerenses, es lograr lo que el propio Carrasco imaginó hace casi 120 años. “Benito se imaginó un humedal en un lugar de este parque porque de hecho había uno en su tiempo. Por eso lo reconstruiremos en la parte en la que antiguamente había un bañado y luego se rellenó, pero es hasta hoy que siempre que llueve ahí se junta agua”, expresó Costantini.
“Este parque es a su vez como la cabecera de otro gran proyecto que es el Biocorredor Cildáñez. Queremos unir este parque con el Cildáñez a través de bulevares y colegios, haciendo todo un corredor verde por el cual puedan desplazarse pájaros y mariposas nativas encontrando las plantas que necesiten”, indicó Costantini.
“Este tipo de tareas energiza y le da a la vida un sentido muy especial porque es estar al servicio de algo que será para el futuro, para quienes visiten el parque. Recién esta plantado, pero dentro de unos años el servicio ecoambiental que brinde será realmente muy satisfactorio”, concluyó la paisajista.
Ya hay algunos brotes verdes visibles al visitar el Parque Avellaneda: rebrotaron el Eucalyptus crebra que fue talado el año pasado (Desde el Grupo de Arbolado se ocuparon de protegerlo con rejas y de acompañarlo junto a un cerco de plantas) y el Gingko biloba. Lo más lindo es que además se plantaron otros 5 Ginkgos más y en otro sector hasta se realizó una avenida de Ginkgos.
Como Bonus Track, Romina nos muestra cómo de a poco el parque se transforma en lo que fueron soñando desde el Grupo de Arbolado:
Comments 3