Sabemos que la jardinería no se toma vacaciones. En verano, es tiempo de disfrutar pero también de trabajar y hay algunas tareas imprescindibles que tenemos que hacer antes de que termine para que el jardín se mantenga sano y fuerte durante todo el año.
Así que ponete ropa cómoda, sombrero y protector solar, y agarrá las herramientas de jardinería para poner manos a la tierra y cumplir con estas “reglas de oro” que te contamos a continuación.
1. Podar y cortar flores secas o marchitas
Cortar las flores secas o marchitas de las especies que florecieron en verano es clave para que las plantas crezcan con más fuerza y favorecer la floración continua. Podés aprovechar las primeras horas de la mañana para hacer esta tarea.
Por otro lado, en esta época hay muchas herbáceas que están en plena floración y sentimos que es una lástima podarlas. Sin embargo, hay que bajar la mata al menos 1/3 para que reflorezca y tener un otoño a pura flores. Con los restos de poda, podemos aprovechar y llenar de floreros el hogar y hacer gajos.
2. Planificar la huerta de otoño-invierno
Antes que el otoño se instale, hay que aprovechar para limpiar, renovar y planificar la huerta. Estos días son el momento justo para enfocarse en abonar la tierra y trabajarla.
Se puede hacer un aporte de materia orgánica como compost o humus para recomponer los nutrientes y controlar posibles plagas y enfermedades. También podés aprovechar para ordenar la huerta y preparar los rótulos para cultivos y organizar las semillas.
3. Aplicar una última fertilización en árboles y arbustos
Para fortalecer y estimular la floración y formación de raíces, se recomienda aprovechar los últimos días del verano para fertilizar árboles y arbustos con Triple 15 o Nitrofoska.
4. Cosechar y almacenar semillas
La recolección de semillas es una parte muy importante. En la huerta, hay que estar atentos y dejar florecer algún cultivo como rúcula, albahaca o lechuga, así tenemos semillas propias para las próximas temporadas. Lo mismo con las herbáceas anuales como zinnias, cosmos, amapolas, entre otras.
Se recomienda guardarlas envueltas en sobrecitos de papel en un lugar seco, oscuro y fresco, para sembrar cuando así lo requiera el cultivo.
5. Controlar plagas y enfermedades
Hay que tener en cuenta que algunas plagas, como las hormigas, no descansan jamás. Observar y prevenir es la mejor forma de mantener las plagas y enfermedades lejos del jardín.
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