¡Levante la mano quien tiene en su jardín esta bellísima planta! La Santa Rita, también conocida como Buganvilla, es una de las enredaderas favoritas de siempre y una de las más requeridas en todo el mundo, porque vive en los cinco continentes.
Su buena resistencia y capacidad de adaptación, su frondosidad, su poder ornamental y sus imponentes flores de colores vívidos (usualmente, de color magenta) que aparecen en primavera/verano, la convierten en una de las plantas estrellas para decorar los jardines.
Pero hay algo más… Y es que la Santa Rita, también es una especie perfecta para tapizar fachadas, paredes, arcos, rejas o pérgolas.
Un dato curioso es que el nombre botánico es Bougainvillea, en honor del marino francés Louis de Bougainville, cuya expedición alrededor del mundo incluía al científico Commerson, quien halló en Brasil esta planta y le dio el nombre de su capitán.
Se trata de un arbusto apoyante, de largas ramas fuertes y flexibles, con algunas con espinas, que deben ser sostenidas mediante tutores. Su follaje es permanente y sus hojas son enteras ovaladas de color verde oscuro.
Es una planta que se puede cultivar en macetas, siempre que tenga profundidad y se ubique en un lugar sombreado. Si es en tierra se aconseja a pleno sol y cerca de paredes para facilitar su trepado.
Sus imponentes flores de vívidos colores se muestran aferradas a sus hojas, entre la primavera y el verano, apoderándose de los espacios exteriores y conquistando todas las miradas hasta que llega el otoño, que es cuando se “esconden”.
Además, las flores se agrupan de a tres y comprenden un tubito largo de casi un centímetro en cuyo extremo se abre una pequeña y delicada flor blanca.
FICHA BOTÁNICA
Familia: Nyctaginaceae.
Origen: Brasil.
Nombre científico: Bougainvillea glabra.
Nombres comunes: Santa Rita, Flor de papel, Bungavilla.
Características: arbusto apoyante trepador, perennifolio y espinoso.
Característica principal: su intensa floración. Si bien usualmente es de un fuerte color magenta, también puede ser blanco, amarillo, naranja, rosado o rojo, según la variedad.
Tamaño: gracias a sus ramas vigorosas puede alcanzar 8 metros.
Floración: primavera y verano.
Luz: pleno sol, pero cuando la planta es joven, se recomienda resguardarla de las corrientes fuertes de aire debido a que es nativa de zonas templadas y no resistirá temperaturas muy bajas.
Riego: moderado, evitando siempre los encharcamientos. Lo ideal es hacerlo una o dos veces por semana, evitando mojar sus hojas.
Temperatura: como es muy sensible al frío, se recomienda colocarla en zonas que den al norte o noreste y en el invierno cubrirla con arpillera o tela apta para protegerla de las heladas. Las temperaturas ideales oscilan entre los 16 ºC y los 32 ºC.
Sustrato: agradece un suelo fértil y no tolera aquellos que sean calcáreos.
Fertilizante: una vez al mes, se recomienda regar con fertilizantes líquidos.
Poda: las ramas quemadas o dañadas por las heladas deben podarse con la llegada de la primavera y es principalmente por una cuestión de mantenimiento.
Reproducción: a partir de plantines, por medio de gajos o esquejes.
Plagas y enfermedades: sensible al ataque de pulgones, ácaros, cochinillas, mosca blanca y avispas. Se deberán contrarrestar con insecticidas específicos.
Fotos: Pinterest.
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