Irene Wasylyk, jardinera y apasionada por la naturaleza. Habló con De Raíz desde Intendente Alvear, La Pampa, una mujer que con las manos en la tierra asegura que es su lugar en el mundo y que su estado anímico se transforma cuando está en contacto con la vida al aire libre.
Traemos hoy otra de las historias que inspiran, porque nos gusta mostrar lo técnico, lo práctico, pero también lo que transmiten las plantas, la naturaleza, los aromas y todo lo que tenga que ver con la jardinería y el paisajismo.
En este video Irene así lo define., Nos cuenta un poco de sus comienzos y trayectoria, en la que no todo fue fácil sino que siempre es un volver a empezar, con ganas, pasión y dedicación, para lograr belleza y conexión con el mundo exterior:
“Mi jardín es un poco como soy yo, estructurado y por supuesto que tiene un diseño de base pero es un lugar prácticamente experimental, donde voy probando que se adapta a esta pampa”, detalla. Y continúa: Un día puede ser maravilloso porque llueve, porque la tierra es muy buena, pero cuando no hay precipitaciones, el jardín se transforma en un lugar difícil, sufrido, semiárido al qué hay que mimar, cuidar y observar mucho.
Cuando habla de su relación estrecha con la naturaleza asegura que “El jardín es donde me encuentro en una relación más cercana con la vida. No es solo una cuestión estética. Para mi es todo. Es lo que está abajo, la tierra, el aire, el estado anímico, es el lugar del mundo donde mejor me encuentro”.
Al pensar ¿Qué le aportó la jardinería? Irene recuerda el primer gran problema, las hormigas. Lo primero que hizo en su jardín fue hacer una huerta. Sembró tomates y remolachas como nunca mas volvió a tener. También sembró cosmos, zinnias y plantó rosas y dalias. En un momento, vino el Rio Quinto y lo tapó. Una situación estresante y angustiante, pero aprendió. Cuando se mudaron a Intendente Alvear y empezó el jardín de nuevo. “Entonces aprendí a tener mucha paciencia, perseverancia y amor, para volver a empezar y volver a empezar”.
Sin embargo esa no fue la única vez que los espacios naturales tuvieron impacto de los cambios e inclemencias climáticas “a través de los años este jardín sufrió inundaciones, sequías, épocas de esplendor, y otros años que no había nada”. De esta manera Irene muestra que todos los lugares y personas en diferentes ámbitos están frente a situaciones impredecibles o inmanejables por el hombre, ese es la gran desafío
“Yo le di mucho a mi jardín pero el me devolvió mucho más. y hoy mi objetivo es buscar especies que puedan adaptarse a circunstancias tan variables”, asegura la jardinera.
5 plantas que se adaptan muy bien en La Pampa, según Irene.
Producción de nota: Ana Arocena
Fotos: Irene Wasylyk
Hermosa nota y hermoso jardín pampeano! Me encanta esta mirada de pensar la jardinería desde lo que se adapta al entorno y al clima propio del lugar. Gracias #DeRaiz por llevarnos a pasear por el interior de nuestro país.
Que lindo mensaje. Me alegro que disfrutes de estos paseos!
Una verdadera autodidacta curiosa que ha hecho de su jardín un vergel lleno de plantas y flores que crecen con suma prolijidad y variedad ilimitada una genia y creadora
Me encanto la nota! Ganarle a la adversidad del clima y con plantas autóctonas es todo un esfuerzo! Felicitaciones!
Muy linda nota!Mostrar jardines que se logran con mucho trabajo desafiando el clima…Felicitaciones a la jardinera autodidacta que estudio y practico tantos años para lograr ese hermoso jardin en La Pampa!
Excelente nota! Gracias!
Excelente su jardín y es realmente un placer como Irene vive lo que hace con sus plantas, felicitaciones,
y muy buena la nota.
Hermoso tu parque
Trasluce lo que sos irene.felicitaciones
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