No importa la estación del año ni la especie: todas las plantas necesitan agua para sobrevivir y mantenerse espléndidas. Pero si todavía no estás muy canchera con el tema riegos, puede resultar todo un desafío.
Por esta razón, te compartimos diferentes formas de regar las plantas que tenés en macetas. Y es que aunque parezca un tema menor o que no requiere de mucha técnica, los métodos de riego que se usan deben elegirse con el mismo cuidado que elegimos la fertilización o el sustrato.
1. Riego por inmersión
El riego por inmersión es una técnica que consiste en sumergir la maceta en el agua para que la planta absorba el líquido por sus raíces. Es un método que funciona muy bien para las orquídeas y las plantas de la familia de las epífitas. También es ideal para especies que no resisten una humedad constante sobre sus hojas y tallos, como aquellas de tallos finos u hojas aterciopeladas.
Para hacer un riego por inmersión se debe sumergir la maceta en un recipiente más amplio que esté lleno de agua. Se debe dejar allí la planta durante unos 15 minutos, y listo (el tiempo puede cambiar en función del tipo de planta y sus necesidades específicas).
2. Riego convencional con regadera o botella
Esta forma de riego es la más común y sencilla de todas. Podés hacerlo con una regadera, un vaso, una botella o cualquier recipiente que tengas a mano.
Aun así, también tiene su truco, ya que es bastante normal regar en exceso o incorrectamente tus plantas. Lo más recomendable es verter el agua desde arriba, sin mucha altura para no dañar las hojas.
Y como siempre decimos, lo mejor es usar agua de lluvia o purificada. Si se usa de la canilla, hay que dejar reposar durante 24hs antes de regar para eliminar posibles contenidos de cloro y cal.
3. Riego en plato
Este es un método similar al riego por inmersión, con la diferencia de que la cantidad de agua que recibe la planta es menor. Esta técnica consiste en poner la maceta encima de un plato con agua hasta que la planta absorba el líquido. Eso sí, la maceta tiene tener sí o sí agujeros en su parte inferior.
Es una técnica ideal para el verano y se recomienda para plantas como la azalea, las begonias o la violeta africana, por nombrar algunas. Pero es ideal para casi todas las plantas que tengan flores delicadas y que tiendan a pudrirse.
4. Riego por goteo
Este es uno de los métodos de riego más eficientes para ahorrar agua y mantener un nivel de humedad constante para plantas de origen tropical.
Lo mejor de todo es que vos misma podés hacer un dispositivo casero de goteo, poniendo una botella llena de agua con el pico enterrado. También podés encontrar en diferentes lugares dispositivos más completos, que incluso permiten controlar la cantidad de líquido que debe caer. Es una muy buena opción (e inversión) si tenés muchas plantas y viajas seguido.
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