Es difícil pensar en la vida después de la muerte, aún entre los más creyentes, porque es una idea que desafía religiones y dogmas, pero sí existen otras formas de materializar la muerte de un ser querido o de un animal que significaron tanto en nuestras vidas.
Es el caso de Ruth Lauberfeld, quien creó Urnas Vida Savia en 2018 en Argentina, con el objetivo de apostar a una idea sustentable y ayudar a superar esa pérdida a través de la formación de vida verde ¿En qué consiste su proyecto? En vez de pensar en lápidas y espacios grandes de cemento, apelar a urnas ecológicas, totalmente biodegradables y sustentables, para que las cenizas de cada ser querido vuelva a la tierra y de origen a un árbol.
“Perdimos a nuestra mascota de muchos años y fue así de repente. Resulta que tenía un cáncer y que le había estallado un órgano. Todo fue un shock y en ese momento nos preguntaron qué queríamos hacer con el cuerpo, si nos lo llevábamos o bien si queríamos cremarla. Decidimos cremarla pero luego vino la parte sobre qué hacer con sus cenizas”, recordó Lauberfeld.
“Recuerdo haber visto las urnas biodegradables en una publicidad de afuera y compré una pensando que acá nadie hacía eso. Me encantó la idea de pensar que podría convertir sus cenizas en un árbol y ese fue el puntapie para ponerme a investigar cómo hacerlas yo”, agregó.
Así nació Vida Savia, no precisamente de una necesidad de marketing, sino de una necesidad de hacer un duelo. “Fuimos los primeros en crear este diseño en Argentina y luego vinieron otros. Hoy de a poco, y más en tiempos de Covid-19, siento que la gente toma otra conciencia con la muerte y ya no quiere más ese sentido fúnebre y el entierro, y piensa en esta opción”, resaltó.
Vida Savia brinda la posibilidad de continuar cerca de tu ser amado, pasando de ver cenizas a contemplar la vida en forma de árbol/planta. De esta forma podemos hacer que sea, no sólo un recuerdo, sino vida a nuestro lado. La urna que ofrecen está creada con materiales 100% biodegradables, respetando y protegiendo el ecosistema, porque consideran que tanto los árboles como las plantas son los pulmones de nuestro planeta, con lo cual, eligiendo esta opción aseguran que se contribuye a sanar el medio ambiente. Su costo oscila los $3350.
La urna está dividida en dos cápsulas: la cápsula superior está sellada para asegurar que la semilla cuente con las condiciones apropiadas para crecer, mientras que la cápsula inferior está hecha para depositar las cenizas. Gracias a su estructura, la urna mantiene a la semilla separada de las cenizas. De esta manera el árbol /planta crecerá en la cápsula superior hasta que empiece a degradarse, y al germinar la semilla, crecerán las raíces atravesando la cápsula y de esta manera logrará nutrirse de las cenizas y en pocos días verás a tu árbol/planta crecer.
El contenido de la urna consiste en un packaging con instrucciones, con 400 gramos de tierra fértil, con 5 a 10 gramos de semillas a elección-ya sea para plantas tanto de exterior como de interior, y turba prensada para una germinación garantizada. Entre las semillas a elegir, hay de roble, pino, arce, jacarandá y ceibo.
La urna Vida Savia puede ser guardada sin uso durante mucho tiempo sin perder su funcionalidad y se trata, por otra parte, de una elección más económica que la que ofrece la industria funeraria tradicional, con el agregado de que formarás parte de la revolución cultural que apuesta en transformar la muerte en vida.
Cada quien puede elegir cómo dar ese paso después de la muerte. Sabemos que el duelo se vive de forma diferente en cada persona, pero desde De raíz quisimos destacar esta propuesta como una forma de honrar la vida ya que, al plantarse en tierra fértil, las urnas se transforman en árboles nativos que vas a poder cuidar, representando a ese ser querido, ya sea humano o animal, que representó tanto en tu vida. Creemos que, más que un producto, es una reflexión emotiva y sustentable sobre el desenlace de la vida humana.
A quien le interese la propuesta, pueden enviar un whatsapp a (+54911) 6490-0238 y contactarse con Urnas Vida Savia.