Falta cada vez menos par que llegue el invierno a nuestra latitud y las tareas en jardinería no cesan porque siempre hay algo para observar y actuar. Por eso decidimos armarles una suerte de “machete” de tareas a tener en cuenta durante la estación y sobre todo para ayudar a aquellos jardineros que quizás no planifican tanto.
Con los primeros fríos es importante cubrir las herbáceas y flores poco resistentes a bajas temperaturas. Hay telas anti-heladas que son muy recomendables, pero bastará el uso, para salir del paso, de un lienzo, lona o plástico también.
Proteger las raíces con la técnica de “mulching” es importante: se puede hacer con chips, con paja, con pasto, corteza, turba o lo que prefieras. Su propósito es fomentar el crecimiento de la raíz, ya que aporta calor a la tierra y mantiene la humedad.
Se deben proteger las herbáceas de los fríos más intensos, podándolas casi al ras para que rebroten con fuerza en primavera. También es la época indicada para hacer una poda de formación y rejuvenecimiento de los arbustos, sin contar a aquellos que tienen una floración temprana. Se podan rosas, se les da forma a lavandas, trepadoras y se aprovecha a ponerlas en su lugar antes que broten y no puedan manejarse.
¡Atención! No es bueno que podes en invierno las plantas que florecen en primavera porque eso retardaría o anularía la floración. Por eso es conveniente podarlas a fines de la primavera o principios del verano.
Aprovechar para poner tutores a las especies que estén torcidas o débiles.
Se deberán pulverizar las plantas para terminar con los insectos sobrevivientes. Si bien muchas desaparecen con el frío es bueno asegurarse que estarán sanas para cuando broten.
Durante el invierno las plantas necesitan menos agua y abono ya que requieren menos nutrientes para vivir. A la hora de regarlas, se deben aprovechar los momentos más cálidos del día sin mojar la planta. No es bueno realizarlo por la tarde, ya que al bajar la temperatura del día el agua se escarcha en la planta.
Es el momento ideal para plantar ejemplares a raíz desnuda de árboles, rosales, coníferas y arbustos caducos. Es conveniente hacerlo un día seco, nunca después de una lluvia, y no tapar el tronco para evitar pudriciones, ya que es justo en la unión de la raíz y el tronco donde se localizan.
Si estás pensando en instalar sistema de riego por aspersión, esta es la época, con el césped en descanso.
Como la mayor parte de las plantas que están dormidas o en reposo, la del otoño es una buena época para hacer trasplantes. También se pueden cambiar los árboles de lugar, si es realmente necesario.
Algunas flores recomendadas para sembrar en invierno: Alhelí, amapolas, arvejilla de olor, caléndula, claveles y clavelinas, conejitos, crisantemos, fresias, gerberas, lupinos, pensamientos, prímulas, violetas, entre otras.
Este es el momento de abonar las plantas de interior, cambiar la tierra, reemplazar por tierra abonada, con humus, turba, resaca o compost, y es conveniente agregar perlita para lograr un buen drenaje y alivianar macetas. Asimismo, no te olvides de poner leca en el fondo, para no tapar el drenaje.
Retirar las hojas y flores marchitas para que toda la energía esté puesta en la parte subterránea de la planta.
Si las hojas están amarillas puede ser que les esté faltando hierro, y en ese caso es conveniente aplicar fertilizantes. ¡Ojo! Siempre es recomendable fertilizar al aire libre y con la medida justa, ya que de lo contrario se pueden quemar las plantas.
Cuidado con la calefacción en la casa; para disminuir su impacto es bueno pulverizar las hojas con agua para que no sufran, pero no pulverices las flores porque se marchitan. Lo ideal es mantener una temperatura estable.
Acercar las plantas a las ventanas para aprovechar las horas de sol. No te olvides de ir girándolas, así no se van en vicio buscando la luz.
Limpiar el polvo de las hojas para que estas puedan hacer un correcto proceso de fotosíntesis.
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