Muchos la consideran una revolucionaria en el diseño floral. Lo cierto es que la inglesa Constance Fletcher (apellido de soltera) no sintió en seguida el llamado de las plantas. Primero estudió enfermería y psicología, luego se casó, se mudó a Irlanda, tuvo un hijo y finalmente allí sintió las mariposas de los jardines en la panza.
Se podría decir que lo suyo fue ganar en el terreno de original y atrevida ya que universalizó la idea de la decoración floral en el hogar a mitad del siglo XX. Constance demostró, en una época en la que la mujer no salía a trabajar, que con un poco de imaginación y mezclando flores sofisticadas con otras más silvestres se podía armar un bello arreglo floral.
Esa mirada fue la que precisamente le permitió llegar, no sólo a la alta sociedad sino también a la media. Por eso se la considera como pionera en la democratización del arte floral. Y su frase de cabecera sintetiza perfectamente su esencia: “Do what you please, follow your own star; be original if you want to be and don’t if you don’t want to be”, lo que traducido significa: “Haz lo que te complazca y sigue tu propia estrella. Sé original si así lo quieren y no lo seas si no lo deseas”.
Esa apertura mental a la que invitaba a través de su docencia y trabajo en cada expresión de belleza que las flores y objetos simples podían darle es el que definió para siempre a Constance Spry, apellido que adoptó en 1926, cuando se casó con su segundo marido, Henry Ernest Spry. Para ese entonces ya estaba de regreso en Inglaterra junto a su hijo del matrimonio anterior con James Heppell Marr.
En 1928 dejó la docencia para abrir su primera tienda, “Flower Decoration”. En esa época causó sensación cuando decoró la perfumería Atkinsons, en el centro de Londres ya que logró unos arreglos florales impensados para su tiempo. En ellos utilizó ramas de sauce, magnolio, manzanas y flores silvestres, y además buscó objetos inusuales para usar como contenedores, todo bajo la inspiración de los pintores de flores holandeses de los siglos XVII y XVIII.
Cuando abrió una tienda más grande en Londres, en 1934, ya tenía a setenta personas empleadas. Ese mismo año, publicó su primer libro, Decoración de flores, y abrió la “Escuela de flores Constance Spry”. Y esa libertad que llevaba a cuestas no le impidió darse el gusto de tener como cliente a la realeza británica. Decoró la boda del saliente rey Eduardo VIII y la norteamericana Wallis Simpson y llegó al palacio de Buckingham en donde se encargó del plan floral del matrimonio en 1947 y coronación en 1953 de Isabel II.
Spry, que nació en Inglaterra en 1886, se volvió una maestra del arreglo floral, corte y confección, y hasta cocina. Publicó una decena de libros que se convirtieron en el ABC de esas actividades en la Inglaterra de esa época y su prestigio y notoriedad llegó gracias a su innovadora visión en el uso de técnicas entre vanguardistas y disparatadas. No era simple de digerir ver un jarrón con costosas rosas y otras nobles flores, mezcladas con col rizada.
Esta mujer, que se convirtió en un ícono del diseño floral en Inglaterra, no puede pasar desapercibida para quienes amamos las flores y sin importar la latitud geográfica en la que nos encontremos. Ella siguió su propia estrella y logró ser original en su tiempo y espacio. Y vos ¿Ya estás buscando esa luz propia también?.
Mechi , me encantó la nota de Constance Spry, una pionera , una audaz , mi ídolo.
Felicitaciones
Gracias Maria, siempre la nombras! Nos pareció que estaba bueno contar quien era!
Me enamoró la historia de Constance Fletcher Spry… no la conocía.
David Austin le puso su nombre a una rosa exquisita, trepadora y de una sola floración “Constance Spry” pero que vale la pena tenerla.
Tengo dos rósales ‘Constance Spry’ en un arco y es un rosal soñado y tan perfumado que por 30 días de floración, vale la pena tenerla.
Genial la nota. Lindisimas las fotos de CS. Felicitaciones Mechi!!!i
Que lindo ver estos comentarios! Gracias por leernos!