¿Te imaginás una ciudad donde los edificios estén cubiertos de plantas, el aire huela a jazmín y las paredes se sientan frescas al tacto? Bueno, no hace falta imaginar tanto: las fachadas verdes ya son una realidad en muchísimos rincones del mundo.
Y no, no es solo una movida estética: esta tendencia crece porque aporta beneficios ambientales, mejora el bienestar urbano y transforma el paisaje cotidiano.
Para que tengas una idea, una fachada verde es una pared recubierta con vegetación viva. Puede armarse con plantas trepadoras que se adhieren directamente al muro (como la hiedra, la enamorada del muro o la parra virgen), o con sistemas verticales más complejos, con riego automático y estructuras diseñadas para contener sustratos y variedades ornamentales.


Ciudades que lideran la tendencia en materia de fachadas verdes
Esta práctica paisajística ya es moneda corriente en ciudades como Singapur, París o Milán, que apuestan fuerte al diseño sustentable y a sumar verde donde antes no había espacio.
En Latinoamérica, Buenos Aires, Medellín y Ciudad de México también están explorando estas soluciones, sobre todo en edificios públicos o medianeras sin uso. Si mirás bien, Arredo suma esta tendencia en las fachadas de sus locales.
Desde la mirada del paisajismo urbano, las fachadas verdes permiten intervenir espacios verticales que antes eran solo cemento. El objetivo: integrar la naturaleza en el corazón de las ciudades, refrescar el ambiente y mejorar la calidad de vida.
Beneficios ambientales y climáticos
Las fachadas vegetales no solo se ven lindas, también cumplen funciones clave:
- Regulan la temperatura: generan sombra, bajan la radiación solar y aíslan del frío.
- Purifican el aire: atrapan partículas contaminantes y producen oxígeno.
- Absorben ruidos: funcionan como barreras acústicas naturales.
- Favorecen la biodiversidad: atraen insectos polinizadores y aves urbanas.
- Mejoran el microclima: ayudan a retener humedad y refrescan la zona circundante.


Cómo aplicarla en casa o en proyectos paisajísticos
¿Tenés una pared soleada o una terraza interna con poco verde? Las fachadas verdes también pueden usarse a escala doméstica. Si sos paisajista o aficionado podés armar una propuesta simple con una estructura de madera y trepadoras como madreselva (que, además, huele increíble), jazmín, clemátides o pasionarias.
Para algo más sofisticado, existen kits modulares con bolsas de fieltro o paneles plásticos, ideales para jardines verticales de bajo mantenimiento. Sumá un sistema de riego por goteo y elegí especies nativas o adaptadas al clima local para garantizar su éxito.


Deco + paisajismo: una dupla que pisa fuerte
Además de los beneficios ecológicos, las fachadas verdes le dan una identidad única a cualquier construcción. Aportan color, textura, movimiento y hasta aroma. En diseño paisajístico, son una herramienta valiosa para suavizar la rigidez arquitectónica y conectar el interior con el exterior.
Como te adelantamos, en 2025 el paisajismo se vuelve más integral, más consciente y más funcional. Y las fachadas verdes son prueba de eso: combinan técnica, arte y naturaleza para crear espacios que se viven con todos los sentidos.


Fotos: Pinterest.