La utilización de micorrizas es una de las mejores herramientas para la jardinería, así como para repoblar zonas deforestadas y mejorar los suelos degradados por el cambio climático y la mano del ser humano.
Es por eso que hoy son todo un campo de investigación y un terreno a explotar para facilitar y favorecer no solo el cuidado de muchos tipos de plantas, sino para asegurarnos un futuro más verde para nuestro planeta.
Se llaman hongos de micorriza, y si hablaran le dirían a la raíz: “Yo te ofrezco fósforo y nitrógeno, a cambio necesito tu carbono”. Son tan versátiles que se van esparciendo por el suelo, unos centímetros bajo nuestros pies, buscando raíces para empezar el trueque; son tan discretos que en las plantas no llegan sino a la puerta de entrada, a la raíz, allí depositan los nutrientes, toman su carbono y así pasan su vida. Hay hongos que nutren plantas y apoyan su crecimiento, pues están presentes no solo en las raíces, sino en la hojarasca que las rodea.
Luego es la planta la que, al recibir fósforo y nitrógeno, pero también, aunque en menor cantidad, potasio y cobre, se encarga de repartirlos por sus venas hasta la última hoja de sus ramas.
¿Qué son y para qué sirven?
Se denomina micorrizas a las asociaciones simbióticas y mutualistas que se crean entre las raíces de las plantas terrestres y ciertos tipos de hongos de suelo. Estos fueron descubiertos en 1885 y llamaron la atención de los expertos por su relación, hasta la fecha, excepcional y eficaz. Tanto es así, que se estima que más del 97% de especies vegetales que existen sobre la superficie terrestre están micorrizadas.
El impacto de un fertilizante en el crecimiento de la planta es inmediato, pero el efecto de un inoculante micorrícico a menudo se hará evidente más adelante, cuando la planta experimente estrés por fertilizaciones inadecuada, calor, falta de agua, etc.
¿En qué consiste?
Es un proceso, natural o artificial, que consiste en poner en contacto una raíz de crecimiento activo con algún tipo de hongo micorrícico. Esta fusión se realiza a través de un proceso de inoculación gracias al uso de esporas o micelio.
Los hongos micorrícicos viven en simbiosis con las raíces de una gran variedad de plantas, entre las que se encuentran los árboles, arbustos, plantas anuales y plantas perennes. Estos hongos microscópicos forman una asociación simbiótica con el sistema radicular de la planta, en la que se forma una red de filamentos extremadamente finos, llamados micelios, que unen a estos dos organismos.
Esta unión, llamada “micorriza” (“mico” de hongo y “riza” de raíz), permite que ambos socios formen una red de intercambio mutuo a nivel de la zona de la raíz para apoyar a la planta en un ambiente de cultivo que a veces puede ser hostil.
¿Cómo funcionan?
La red absorbe nutrientes del suelo para las raíces de las plantas, donde algunas veces las raíces no pudieran obtenerlos sin la ayuda de este aliado invaluable.
Absorben los nutrientes necesarios para que la planta se desarrolle adecuadamente, especialmente elementos como fósforo, cobre y zinc, que no son móviles en el suelo.
También absorben agua del interior de los microporos del suelo, en los cuales las raíces no podrían acceder de otra manera.
Así, las raíces colonizadas por micorriza permiten que la planta esté mejor protegida y resista el estrés causado al trasplante, por estrés hídrico y calor, mientras mantiene una tasa de crecimiento óptima.
Ventajas de la micorrización:
-Facilitar la absorción de agua y nutrientes.
-Protección física frente a hongos patógenos y nematodos.
-Limitación en la absorción de metales pesados (cadmio).
-Mayor desarrollo radicular y capacidad exploratoria de la raíz.
-Formación de agregados en el suelo por adhesión de partículas.
-Aumento de la capacidad de retención de humedad.
Micorrización en vivero
Durante el proceso mediante la inducción de la mano humana, siempre se tienen en cuenta algunos factores clave para el éxito de la simbiosis: es muy importante comprobar la edad y el estado fisiológico tanto de la planta y como del hongo. Además, se debe evitar que se encuentren presentes otras variedades de hongos que puedan interferir en la micorrización.
Aunque hay que tener en cuenta que no todas las plantas son compatibles con el proceso, actualmente, se conocen algunas familias de plantas que son compatibles con el proceso desde las crucíferas a las urticáceas, pasando incluso por las ciperáceas. Además, se han conseguido grandes resultados con la micorrización con plantas leguminosas y con cítricos.
¿Cómo aplicar las micorrizas en tus plantas?
La aplicación de las micorrizas (inoculante líquido) es importante que se haga en el momento indicado, muy cercano al post-trasplante, para asegurar la máxima instalación. Y el nivel de materia orgánica en suelo es un condicionante que afecta a la instalación de este hongo. Cuanto más mejor.
En cultivos hortícolas (invernadero, al aire libre o hidroponía) aplicar 3 kg/ha, a partir de 7 días después del trasplante.
En fresa y otros berries aplicar 3 kg/ha, a partir de 20 días después del trasplante.
En cultivos leñosos como cítricos, frutales de hueso y pepita, tropicales y subtropicales, olivar, vid, etc., se aplica al inicio de la brotación (cultivos caducifolios) o salida invernal (cultivos perennes): 2 kg/ha en plantaciones jóvenes; y 3 kg/ha en plena producción.
En plantas hortícolas, con un crecimiento vertiginoso en los meses calurosos, la inoculación de las micorrizas resulta un sistema efectivo para permitir un enraizamiento rápido y un desarrollo vigoroso de la planta.
Tipos de micorrizas
Estos son los distintos tipos de micorrizas:
–Ectomicorrizas: este tipo de micorriza está formada por dos tipos de hongos, los Basidiomicetes y Ascomicetes. Tras su unión desarrollan una espesa capa de micelio justo sobre la zona cortical de las raíces nutricias de la planta formando una especie de red. Por esto, se las conoce también como las formadoras de manto. Este ejemplo de micorriza es muy común es especies de tipo forestal y leñosas.
–Endomicorrizas: al contrario que el grupo anterior a este grupo de micorrizas se las distingue porque no forman un manto fúngico en la raíz de la planta. Los hongos que las producen se caracterizan por colonizar de manera intercelular el córtex radical.
A su vez se dividen en tres variedades:
–Orquideomicorrizas: son las que están ligadas a la familia de las orquídeas. Estos suelen formar ovillos en las células de la raíz de la planta.
–Ericomicorrizas: ligadas a la Familia Ericáceas, estas conforman una estructura compacta entre las células del hongo y las raíces.
–Micorrizas arbusculares: se caracterizan por crear un entramado de arbúsculos intracelulares por donde se realizará la transferencia de nutrientes.
–Ectendomicorrizas: este tipo presenta una colonización dual de los hongos con las raíces. Esto significa que forman un manto cortical tanto externo como interno en el córtex.
Fuente:
pthorticulture.com/es/centro-de-formacion/las-plantas-y-la-micorriza-son-excelentes-aliadas/
javeriana.edu.co/pesquisa/micorrizas-hongos-que-alimentan-plantas/
ecologiaverde.com/micorrizas-que-son-y-tipos-2498.html
agromatica.es/uso-de-micorrizas-en-los-cultivos/