Si bien varios son los protagonistas de este escenario con varias aristas, desde lo productivo, ganadero, ambiental, gubernamental y judicial, en De Raíz nos propusimos contar porqué es importante tener un control de los incendios.
Con tres años de seca acumulada y un caudal de agua que aún no recuperó su normalidad, las islas que componen el Delta del Río Paraná volvieron a enfrentarse al fuego. Hace unos días brigadistas de Entre Ríos combatieron distintos focos frente a las costas de Rosario y en las cercanías de Alvear y San Pedro, en Buenos Aires. Como consecuencia, el humo llegó a los principales centros urbanos, provocando malestar en los vecinos.
Las causas aun analizándose por las partes correspondientes, pero lo cierto es que desde lo ambiental, el control del fuego y la quema de pastizales puede ser bien manejado bajo normativas provinciales y nacionales, que no perjudiquen o al menos cause menor impacto.
Según Carolina Diotti, naturalista y paisajista, quién se dedico por años años al periodismo ambiental, en los últimos tres años se quemó cerca de 1 millón de hectáreas de los humedales y pastizales de las islas y Delta del Paraná.
“El impacto ambiental es irreparable”, señaló. “Si bien los ecosistemas tienen una capacidad de resiliencia importante, no es infinita. Luego de la quema continua se observa que empiezan a avanzar especies que no son propias y agresivas, como el girasolillo”.
Lo que se ha quemado y se ha perdido son ceibos, juncales, laureles, timbó, bosques en galería, entre otro. “Y lo que no se sabe es como va a ser la dinámica de las especies en una recuperación cuando hay tanta recurrencia de fuego. Si bien no se puede decir que el humedal nunca va a volver a ser lo que fue, tampoco que se va a recuperar de igual”.
Un documento de INALI (CONICET-UNL) describe los graves problemas que se generan cuando los incendios acentuados por la gran sequía, se vuelven ingobernables.
-Las quemas generan emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera y también se emiten otros que afectan el ozono estratosférico.
-Provocan la disminución de los niveles de infiltración y retención de agua en el suelo y producen una pérdida del carbono almacenado en la vegetación y del carbono y nitrógeno en las capas superficiales del suelo.
-Donde los bulbos y rizomas no se encuentran protegidos por el agua, el daño a la vegetación es mucho más profundo y limita o retrasa la posibilidad de rebrote.
-El impacto del incendio depende principalmente de la intensidad y extensión, que a su vez se encuentra influido por variables climáticas, hidrológicas y por la cantidad de combustible disponible en el ecosistema. Dependiendo de la composición mineral y el tipo de vegetación, las temperaturas resultan letales para los organismos de los primeros centímetros de suelo
Lo que vemos importante es que es necesario el trabajo en conjunto, productores, ambientalistas, profesionales agronómicos, gobiernos, y la sociedad para poder encontrar soluciones, controlar, trabajar con el mejor perjuicio al medio ambiente posible.