Cuando visitamos uno de los jardines que diseñó la paisajista María Laura Bazterrica, más conocida como Itasflower @itasflowers, nos llamó la atención que todas las plantas estaban sanas, ninguna tenía plagas o enfermedades. Además, la floración era exuberante, con colores muy fuertes.
Esto nos despertó mucha curiosidad (y admiración) y no dudamos en preguntarle a la experta el secreto para tener un jardín sano y espléndido todo el año.
“La clave de este jardín es que los dueños de casa tomaron conciencia de la importancia de fertilizar el suelo permanentemente. Agregan compost todo el tiempo“, revela Itas.
“Se invierte en eso que no vemos, que es el suelo. Entonces vamos a tener plantas sanas con una buena floración, colores fuertes, sanos y exuberantes“, agrega la referente.
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Cómo compostar en casa
Las técnicas son variadas según el espacio y los recipientes. Lo ideal es hacerlo lo más sencillo posible y empezar de a poco para saber cómo se comporta cada material.
La compostera debe ser colocada en un lugar sombrío y tiene que tener orificios que permitan la aireación. Puede realizarse directamente en un pozo con tierra o en composteras caseras (cajones de madera, macetas rotas, latas perforadas) o comerciales. Algunas tienen canilla o bien les podemos poner una bandeja debajo para aprovechar el líquido resultante como fertilizante y el cual luego podemos emplear de modo diluido en agua para rociar o regar las plantas.
En la compostera se colocan todos los desechos orgánicos húmedos. Se sugiere que estos no estén condimentados, ni cocidos y evitar las carnes, porque sino será más lento el proceso de descomposición. Por otro lado, estos últimos generan olores indeseados.
Luego se recomienda intercalar los orgánicos húmedos y las lombrices con capas de material vegetal (césped, ramas, paja, hojas secas) y mantener el recipiente tapado para controlar la humedad. Bajo ningún punto de vista hay que permitir que se seque, y si no logramos conferirle humedad es mejor rociarlo con agua.
Si estamos en el campo o tenemos un jardín grande se le puede agregar capas de estiércol de gallina, vaca o caballo, ya que ese material es súper rico y aporta calor a la pila para que esta se descomponga más rápido.
Cuando completamos el recipiente lo dejamos en reposo un par de meses, para que las lombrices hagan su trabajo y entonces podemos ir completando otro recipiente, y si estos están comunicados es mejor, porque cuando la lombriz termina de descomponer los residuos migra en busca de comida a orgánicos más frescos.
Cuando queramos cosechar el compost separemos las lombrices, aunque no lograremos hacerlo en su totalidad, ya que siempre alguna lombriz queda. Eso luego se puede utilizar o bien podemos guardarlo en una bolsa cerrada para que no pierda humedad y no le entren hormigas.
Es importante tener presente que esta técnica sale de la observación del comportamiento de la naturaleza. Se produce cuando las hojas se acumulan en el suelo de los bosques por capas, y comienzan a descomponerse gracias a la gran cantidad de microorganismos que allí viven. Después de un tiempo, los nutrientes de las hojas descompuestas llegan a las raíces de las plantas a su alrededor. Y así es como se completa el proceso de reciclaje. Esto mismo intentamos imitar cuando hacemos compost en casa.


Fotos: Pinterest.
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