¿Quién dijo que el balcón es solo para el verano o la primavera? Aunque el frío asome y den ganas de quedarse adentro, con un par de ajustes simples podés transformar ese rincón en tu refugio otoñal o invernal favorito.
Y no, no hace falta gastar de más ni hacer obras: con textiles, luz cálida y un poco de onda, tu balcón puede seguir siendo protagonista también en los meses más frescos.
Acá te dejamos 7 ideas fáciles y accesibles para que no lo abandones ni un solo día. ¡Vas a querer salir con manta y todo!
7 ideas cancheras para seguir usando tu balcón en otoño e invierno
1. Sumá mantas (y dejalas a mano)
Nada dice “quedémonos un rato más” como una mantita suave al alcance. Elegí tejidos que abriguen, como polar o lana, y guardalas en una canasta de fibras o un cajoncito reciclado. Le dan calidez al espacio y quedan divinas como deco. ¡Y te abrigan cuando el día está fresco!
2. Poné una alfombra que abrigue los pies
Las alfombras son clave para cortar el frío del piso y sumar textura. ¿La buena noticia? Hay opciones lavables y de exterior que se bancan la humedad sin dramas. También podés usar una vieja de interior, total, no va a estar bajo lluvia.
3. Iluminación cálida: la clave del mood
Unas guirnaldas de lucecitas cálidas, una lámpara de mimbre con vela LED o hasta fanales con velitas reales (si no hay viento). La idea es lograr ese efecto acogedor que invita a quedarse charlando, con manta y café en mano.
4. Almohadones mullidos
Aunque sea invierno, los colores y texturas levantan cualquier espacio. Sumá almohadones grandes, con fundas fáciles de lavar y que inviten a tirarse un rato. Si son impermeables, mejor. Y si no, entran y salen. No cuesta nada.
5. Armá un rincón verde que aguante el frío
No hace falta que el balcón se quede sin plantas. Algunas especies, como los cactus y suculentas o las aromáticas (romero, tomillo), resisten re bien las bajas temperaturas. Agrupalas en un rincón y listo: seguís con tu jungla urbana.
6. Mesita chica, mil posibilidades
Una bandeja sobre un banquito, una mesita plegable o una superficie reciclada: lo importante es tener dónde apoyar la taza de café o un libro. Es ese detalle que transforma el balcón en un mini living, aunque tenga pocos metros.
7. Tapá el viento con estilo
Si tenés mucho viento, podés colgar una cortina de lona, bambú o tela gruesa que se ate a la baranda. No solo corta el aire: también aporta privacidad y queda muy pintoresca.
Fotos: Pinterest