Seguramente lo viste alguna vez o lo escuchaste nombrar. El ficus benjamina L hace muchos años que conquista interiores y exteriores con su gran atractivo y son pocos se resisten a su encanto.
Este “arbolito de interior”, como muchos lo llaman, queda divino en rincones o espacios amplios y es capaz de conquistar todas las miradas solo con su presencia.
Pero además de su belleza, no es necesario ser un experto en jardinería para poder cuidarlo.
Acá te presentamos su ficha botánica para que lo conozcas mejor y te animes a llenar de frescura y encanto tus ambientes sumando esta planta.
FICHA BOTÁNICA
Familia: Moraceae.
Nombre científico: Ficus benjamina L.
Nombre común: Ficus benjamina, Ficus de hoja pequeña, Matapalo, Árbol benjamín.
Etimiología: “Benjamin” hace referencia al pequeño tamaño de las hojas de este árbol.
Característica principal: Sus hojas pequeñas y con un color verde brillante y forma oval. Al crecer presentar unas ondulaciones muy características de la especie. Árbol perennifolio.
Tamaño: En interiores puede alcanzar los 2 o 3 metros de altura, mientras que, en su hábitat natural, puede superar los 10.
Propagación: Esquejes o semillas.
Floración: Produce pequeñas flores, en inflorescencias a modo de siconos, de color blanquecino-amarillento, y sin importancia ornamental.
Luz y ubicación: Necesita luz abundante para conservar las hojas. Lo ideal es ubicarlo en un espacio amplio cerca de una ventana.
Temperatura: Cálidas. No soporta las heladas a menos que sean suaves.
Riego: Moderado. 2 veces por semana en verano y cada diez días en invierno. Agradece la pulverización en los meses más cálidos.
Sustrato: Rico en nutrientes y con un buen drenaje que evite los encharcamientos.
Fertilizante: Específico para plantas verdes, cada 15 durante los meses de primavera y verano.
Poda: Se recomienda realizar una ligera poda de formación. En primavera podar 2/3 de las ramas desnudas para que crezcan más ramificadas.
Plagas y enfermedades: Susceptible a cochinillas, pulgones y arañas rojas.